Los Procesos Democráticos

Los Procesos Democráticos

Por: Eduardo Niño de Rivera

Para fines prácticos, un gobierno será democrático en la medida en que haya elecciones periódicas, oportunidades parejas para los candidatos, voto libre, división y acotación de poderes, representación de toda la sociedad en las decisiones, transparencia y fiscalización de la gestión pública, rendición de cuentas, reglas claras y aplicación general de la ley. 

La democracia no garantiza mejores decisiones y hace complicada la gestión pública, la labor legislativa y la impartición de justicia; pero limita el poder y renueva periódicamente la administración pública y la legislatura. Estos mecanismos producen cambios suaves que mantienen en sano equilibrio dinámico a todos los sectores de la sociedad. En los regímenes no-democráticos, las funciones del gobierno: administración pública, relaciones internacionales, legislación, fiscalización interna e impartición de justicia, se concentran en una persona o grupo que falsean la información para ocultar corrupción y abusos, y para permanecer en el poder. Estas prácticas pronto se convierten en autoritarismo, represión e inseguridad para la población.

No cabe duda de que mucho hemos avanzado desde las guerras civiles y dictaduras del siglo XIX, y el autoritarismo del XX. Sin embargo, en lo que va del XXI, la autoridad electoral ha perdido independencia y ha disminuido su capacidad para sancionar. En mayor detrimento de la democracia, la presente administración y su partido, MORENA, han promulgado leyes que le dan mayor discrecionalidad en la toma de decisiones, concentran el poder, bloquean el acceso a la información y amplían la participación militar en actividades policiales. Nuestra respuesta inmediata debe ser el voto responsable e informado en las próximas elecciones para restablecer el equilibrio en el congreso y las administraciones locales, la división de poderes, el acceso a la información y la rendición de cuentas.

En el próximo artículo: Conviviendo en democracia.