Algunos cometarios sobre la reforma electoral
Por Rosa Elena Bush
La reforma electoral, presentada al Congreso por el presidente López Obrador plantea convertir al INE, Instituto Nacional Electoral en INEC, Instituto Nacional Electoral y de Consultas. El señor pretende desaparecer los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), así como los tribunales electorales locales. La nueva autoridad electoral ultra centralizada, estaría dirigida por 7 consejeros en vez de los 11 que tiene el actual INE.
Propone, por otra parte, que los partidos políticos publiquen las listas de sus candidatos y que los ciudadanos voten por el partido que deseen, pero los diputados y senadores federales serían escogidos por representación proporcional, según las listas estatales. Es decir, que no seremos los ciudadanos que elijamos directamente a nuestro representante en el Congreso, sino los partidos políticos. Los candidatos serían impuestos por cada partido, y, obviamente, ganará la lista del partido más fuerte. Y a los legisladores les dará lo mismo lo que pensemos o necesitemos o les exijamos los ciudadanos. Los legisladores plurinominales son necesarios en un sistema democrático para equilibrar la representatividad en el congreso. Pero no deben eliminarse los candidatos de voto directo que nos representen en el legislativo.
La reforma pretende que los consejeros sean propuestos por ambas cámaras de legisladores, por la Suprema Corte de Justicia y por el titular del Ejecutivo. Cada uno presentaría una lista de 20 candidatos y se elegirían a mano alzada. Como la mayoría de los electores pertenecen a Morena, saldrían consejeros impuestos y acordes con su ideología, sin importar su capacidad para ejercer un cargo que requiere de personas altamente calificadas y sin posicionamiento partidista. Conforme a nuestra Constitución los consejeros se eligen a través de un procedimiento que valora las características de los aspirantes que se inscriben a través de una convocatoria pública. Para la cual se designa un comité técnico de 7 personas de reconocido prestigio, quienes examinan y valoran las capacidades de los aspirantes. Las listas de los finalistas se presentan a la Cámara de Diputados y deben obtener el voto aprobatorio de las dos terceras partes de los legisladores.
Las reformas propuestas por el Ejecutivo dañan el funcionamiento del INE que ha dado resultados totalmente confiables en las elecciones. Siempre se puede mejorar, pero no queremos regresar al pasado cuando el partido en el poder manipulaba las elecciones y no permitía la alternancia. El INE debe ser autónomo e independiente de cualquier gobierno.
La marcha del 13 de noviembre marca un evento histórico de participación ciudadana. Seguiremos defendiendo nuestros derechos a través de acciones concretas. En poco tiempo se llevará a cabo la discusión de la reforma electoral en la Cámara de Diputados. Es importante que nuestra voz llegue a ellos a través de las redes sociales o de su correo electrónico que encontrarás en la página del Congreso. Localiza a tu diputado y exígele que vote en contra de la propuesta presidencial.