MORDAZA A COMUNICADORES

MORDAZA A COMUNICADORES

Por Gabriel Molina. Reflexiones sobre el Atypical TEVE del 17 de febrero de 2022.

El conflicto de intereses del hijo del presidente cambió el escenario y el discurso oficial. En lugar de presidente tenemos a un agitador profesional, furioso contra los medios libres por haber sacado a la luz la corrupción de su hijo. Casi nadie cree que este gobierno no sea corrupto, pero muchos de los medios de comunicación tradicionales callan. ¿Por qué? Porque AMLO los tiene sujetos con la mordaza oficial. Reciben instrucciones de arriba sobre lo que pueden comunicar y lo que deben callar, so pena de perder su concesión.
AMLO utiliza la “mañanera” para atacar todo obstáculo a sus fines. Es el medio de todos los medios y una forma de desgobierno: el de las mentiras, las injurias, la intimidación y sin derecho de réplica.
¿Por qué los ataca sin piedad? Porque la propiedad de radiodifusoras, periódicos, revistas y televisoras en México está en manos de concesionarios que dependen de su beneplácito. Parte del periodismo en México es un negocio y no una causa social ni un compromiso con la verdad y la libertad. Mientras sus dueños tengan miedo a confrontarlo y no se arriesguen por México, el gobierno seguirá sometiéndolos. En otros países, una situación como ésta habría desatado ya una manifestación nacional.
Días oscuros viven en México los profesionales del periodismo, sus asesinatos continúan. Un reportero mexicano comprometido con la verdad debe ser muy valiente pues arriesga no sólo su trabajo, sino su libertad y su vida.
Sin embargo, mientras más se ataca a estos medios, nuevos espacios de libertad siguen apareciendo en YouTube, Twitter, Zoom y otros con aire fresco, libres de podredumbre. Ahí se reúnen líderes de opinión valientes que hablan con la pluralidad que el gobierno condena. Ahí expresan sin línea lo que ocurre. Hablan de las realidades que vivimos y del peligro que corre nuestra democracia. Los ciudadanos se sienten representados por ellos y tienen la ventaja de ser vistos desde el exterior y por medios internacionales.
¿Pero qué hacer? La protesta debe surgir de abajo hacia arriba, a nivel de ciudadanos y reporteros sin miedo. Ya no se trata únicamente de hablar, sino de pasar de la indignación a la acción.

 Aquí algunas propuestas:
• Que la sociedad civil unida apoye en redes sociales a los reporteros comprometidos.
• Que la sociedad civil unida divulgue por las redes la destrucción que vive el país.
• Que la sociedad civil unida manifieste su apoyo a periodistas con comunicados a diputados y senadores.
• Que los medios valientes decreten “un día sin mañanera”.